Autor: NemShiro.
Género: Drama. Sherlock/John.
Tipo: Drabble, 410 palabras.
Los personajes no me pertenecen. Pertenecen a A.C. Doyle y a Sherlock BBC.
Le
debía tanto a Sherlock. Le debía tanto por haberle hecho sentir en
vida de nuevo, por haberle dado esa acción que tanto necesitaba
después de haber vuelto de la guerra, por haberle regalado esa
oportunidad de disfrutar su vida a cada momento. Y ahora,
simplemente, él no estaba. Sherlock había muerto. Había dejado
esta vida sin dar ninguna razón y para colmo alegando que todo era
un mentira. Que Moriarty no existía. Que todo era una farsa. Que él
se lo había inventado todo.
Pero
John no podía creérselo, no podía aceptarlo. John había visto
cómo Sherlock resolvía los casos, cómo poco a poco avanzanba en
ellos y por si fuera poco, cada una de sus expresiones. Le había
visto pasar desde la desesperación debido a la dificultad de
resolver algún misterio hasta la felicidad por conseguirlo. Había
visto a Moriarty con sus propios ojos y sabía muy bien lo real que
era, porque aunque a Sherlock le excitasen los misterios no sería
capaz de hacer todo eso. Porque él tenía gente que le importaba.
Porque hacía lo posible para protegerlos aún cuando decía que no
estaba atado a los sentimientos. Porque Sherlock era el mejor hombre
que él había conocido.
Así
que no creía ni una sola palabra. Y nadie le iba a convencer de lo
contrario. Si Sherlock había hecho lo que había hecho tenía que
ser por alguna razón.
Pero
aun después de todo lo que pensaba le seguía dolorosamente
afectando su muerte. Todo el interior de John estaba fragmentándose
en trocitos muy pequeños y casi imperceptibles y nadie,
absolutamente nadie excepto Sherlock podía impedirlo. No podía
imaginarse una vida sin él ahora que se había ido. Sherlock le
había sacado de su soledad y ahora le dejaba solo nuevamente. No
podía soportar su pérdida. Le necesitaba. Le necesitaba vivo.
¿Y
cómo iba a volver el pobre de John al 221B de Baker Street sin él,
donde todo estaba impregnado de recuerdos dolorosos y donde se podía
percibir todavía su aroma? Simplemente no era capaz de volver allí.
Sabía que si volvía a pisar ese apartamento se terminaría de
derrumbar. Porque no podía ignorar sus sentimientos. Porque estos
eran mucho más fuertes que él.
Así
que mientras John miraba la tumba de su mejor amigo Sherlock Holmes
intentando contener las lágrimas que parecían querer escapar de la
comisura de sus ojos todo lo que podía desear es que siguiese vivo,
que
hubiese ocurrido un milagro, cualquiera, pero que no hubiese
fallecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario